lunes, 5 de octubre de 2009

Noticia y Crónica Periodística de Pamela Hernández (Producción de primero - Realización Periodística)

CRONICA



La noche del sábado se realizaba una fiesta, organizada por adolescentes. Cerca de las veintiuna horas se reunieron, para ir todos juntos al terreno donde se realizaría el baile.

Al llegar ya estaba el resto de sus compañeros, tratando de ordenar lo que faltaba, porque a las veintitrés iniciaría todo. Los primeros en estar a la hora indicada fueron los chicos de la banda. A los minutos comenzaron a aparecer motos y autos para asistir a la fiesta. En el portón había dos guardias que revisaban a las personas al ingreso.

El lugar se llenó aproximadamente a la una y treinta y la gente se molestó por que la banda no tocaba. Entonces el grupo de adolescentes se reunió para darle la orden a la banda que comenzara su show. La multitud se amontonó alrededor del improvizado escenario. La gente saltaba y gritaba .Mientras tanto el conjunto de jóvenes se dividió para tratar de tener todo bajo control.

A unos chicos les tocó en el lugar donde dejaban las motos y desde allí pudieron ver que alguien arrojó una botella hacia el medio de la multitud. El líder de la banda paró la música y trato de tranquilizar al público. La música sonó de nuevo pero esto duró poco. La gente se corrió quedando en el medio dos personas que se pegaban. Algunos de los organizadores del evento y amigos del joven trataban de separarlos.

Cuando todo parecía haberse tranquilizado, empezaron a tocar una vez más. Pero duró poco. La música se cortó definitivamente porque no dejaban de tirar piedras.

El publico que no estaba involucrado en la pelea se puso a la orilla, quedando en el medio un conjunto de muchachos que no dejaban de pegarse. Había uno que tenía la cara ensangrentada, lo llevaron a un costado tratando de convencerlo de que se quedara ahí, pero él estaba enojado y salió enceguecido a buscar al que lo golpeó.

Mientras tanto los organizadores trataban de reunirse en los baños.

Una vez que estaban todos en el lugar y al ver que la situación se les había ido de las manos, decidieron abrir las puertas para que saliera el público, en tanto seguían llamando a la policía. Pasaron pocos minutos y no quedó nadie.

Ya cuando todo estaba más tranquilo, se fijaron en la hora y tan solo era las tres y media de la madrugada.

La fiesta duró dos horas, pero parecieron eternas.

Noticia
Noche de descontrol
La noche del sábado último fue escenario de incidentes y heridos en una fiesta privada. La policía acudió tarde al lugar y se encontró con daños ocasionados a vecinos.
El predio ubicado en cercanías de la av. San Francisco, donde se realizaba el evento, se encontraba repleto y a pocas horas de iniciado el baile se detuvo porque un grupo de chicos que no superaban los 18 años y se encontraban en estado de ebriedad comenzaron a arrojar piedras, lastimando al público presente.
La fiesta terminó al instante sin detenidos ni heridos de gravedad.

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